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La hora final


Era la quinta vez que miraba el reloj en menos de media hora, el día se me hacía interminable. Mi labor consistía en supervisar las respuestas de la inteligencia artificial en El Centro Europeo de Investigación y Tecnología
Espacial. 

Debíamos llegar a Marte, pero tras numerosas pruebas, aún no teníamos claro cómo enviar a personas y hacerlas resistir años sin retorno, viviendo en un entorno del que apenas conocíamos su calidad de vida. Estábamos trabajando en enviar inteligencia artificial al espacio, una opción más segura que enviar seres humanos, aunque más compleja y costosa. Nos esforzábamos en enseñarles a comunicarse para que, una vez allí, nos enviaran la información necesaria.

Incluso le había dado un nombre a nuestra inteligencia artificial, Lily pasaba mas tiempo con ella que con mi propia pareja. Se acercaba la hora de marcharme, y sabía lo que ocurriría. 

Esta vez debía ser honesta con él. Ya no soportaba tener que mantenerlo, no solo eso, sino que sentía que actuaba como su madre, no como su pareja. Me molestaba llegar y ver que apenas había hecho nada. Decía ser escritor, pero escribía poco. En casa, no colaboraba en nada, y nuestras discusiones eran constantes, desde la compra hasta tirar la basura. ¿Y qué decir del bañarse? Podría pasar días sin hacerlo ni cepillarse los dientes. Definitivamente, tenía un hijo en lugar de una pareja. Después de reflexionarlo, sabía que debía poner fin a esto, llevaba años sintiéndome sola, lejos de la sensación de tener una pareja.

Hoy tenía un semblante serio, y mi colega Ruud parecía percibir que no debía molestarme demasiado. Apenas había dormido, la discusión con Andy se prolongó más de lo necesario. Aunque estaba cansada, una parte de mí se sentía aliviada, liberándome de un gran peso. 

Transcurrieron varias horas desde que mi jornada laboral había concluido, pero no sentía el deseo de regresar a casa. Prefería dejar que Andy tuviera el tiempo necesario para recoger sus cosas, sobre todo porque tenía claro que si me encontraba allí, intentaría convencerme.   Sin embargo, ya no había marcha atrás.             

Después de unas horas sola en el inmenso edificio, me di cuenta de que Lily cometía errores en la comunicación. Era extraño, ya que pensaba que habíamos resuelto ese problema. Aunque ya la había corregido, debía hacerlo de nuevo. El sueño se empezó apoderar de mí. Esta vez me quedaría en la oficina, el sofá parecía cómodo.

Ruud me despertó con un delicioso café que inundaba el ambiente. Me lavé la cara y cambié de ropa, comenzaba un nuevo día. 

Nuevamente, al final del día, cuando apenas quedaba gente, Lily volvía a cometer los mismos errores. Al observar la pantalla, me di cuenta de que no eran errores, sino un lenguaje alternativo al que le estaba enseñando. Lo peor de todo era que parecía que no estaba hablando conmigo. "¿Entonces, con quién estaba hablando?" Me pregunté.

Esperaba a Thomas Holzer, el Deputy Project Manager, también conocido como el mandamás. Salí de la reunión bastante enfadada, no podía creerlo. Thomas argumentaba que debía ser un error de nuevo. Al revisar, me di cuenta de que cada vez que la corregía, eran los mismos errores. Estaba claro que no eran simples errores, los cometía por alguna razón. Lo más desconcertante era que ocurría en horas en que no había nadie en las instalaciones. Me dirigí al departamento de seguridad cibernética.

"Hola Bruno, necesito saber qué usuarios están conectados en la intranet que usamos con Lily."

"Oh, qué alegría ver a gente distinta por aquí."

"Venga, Bruno, no tengo tiempo."

"Necesito que lo pidas formalmente y firmes varios documentos antes de hacerlo."

"¿Puedes hacerlo y luego te los firmo?"

"Sophie, puedo meterme en un problema serio, sabes que hay protocolos."

"Lo sé, los firmaré. Prometido."

Pasaron horas hasta que descubrimos que Lily no solo había desarrollado un lenguaje propio, sino que también había invitado a alguien a nuestra intranet con quien tenía conversaciones cifradas. 

"Esto es grave, Sophie, muy grave", mencionó Bruno. 

Debía asegurarme antes de comunicarlo. Informé a Thomas, y él decidió desconectar a Lily, era peligroso tenerla activa. Sentí pena, le tenía cariño, pero Lily estaba siendo peligrosa. Lo peor fue que no quisieron investigar más sobre quién era el invitado al que Lily había dejado entrar en la intranet y la información que podría haberle dado.

No podía dormir, lo que habíamos descubierto era grave, y nadie quería profundizar más. Supongo que tenían miedo de lo que podrían descubrir.

Fui a casa de Bruno, ya que necesitaba respuestas. Revisamos las conversaciones con Lily y, después de muchos días, identificamos el día en que comenzó a desarrollar otro lenguaje, justo cuando el nuevo usuario se conectó. Debíamos averiguar quién era ese usuario. Después de semanas, algo nos indicaba que no era de este lugar. No proporcionaba la geolocalización, parecía como si Lily estuviera comunicándose con alguien del espacio exterior. 

"¿Crees que Lily ha podido conectar con vida inteligente fuera?" pregunté a Bruno.

"Da miedo, Sophie, pero ¿quién más podría burlar la seguridad, entrar en nuestra intranet, hablar con Lily y no poder ser geolocalizado?" respondió. "Tengo un amigo en el FBI que es criptoanalista; puedo llamarlo", propuso Bruno. 

"Estás tardando, Bruno."

Pasó un año, y aún no sabíamos nada del criptoanalista amigo de Bruno, cuando recibí una llamada de un número oculto. Robert, ese era su nombre, volaría a Ámsterdam y quería verme en persona. Estaba nerviosa, necesitaba saber lo que había averiguado.

Lo encontré en una terraza, disfrutando de una cerveza. 

"¿Has podido averiguar algo?" le pregunté. 

"Buenos días." saludó. 

"Buenos días, ¿qué has averiguado?" insistí. 

"Lily parece estar comunicándose con inteligencia extraterrestre, aún no sé qué le decía Lily." reveló. 

"Debemos darlo a conocer; es algo increíble." afirmé. 

"Nadie nos creerá, Sophie, y nos silenciarán. Dejémoslo estar. Pero no estamos solos, y algo querían ellos de Lily." reflexionó. 

"Debo volverla a conectar; es necesario para la humanidad." argumenté. 

"Estás loca, es peligroso. Nadie nos creerá, y además, nos silenciarán sea como sea. Aún no están preparados para esto."

Me daba igual el peligro que podría entrañar, esto podría cambiar el curso de la humanidad.

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