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La Calle del Burro: Un Relato de Compromiso y Redención

  La Calle del Burro: Un Relato de Compromiso y Redención Estamos en España, alrededor de 1937, en la Extremadura de la Guerra Civil. Mi abuelo solía pasear por la Plaza Chica de la ciudad. Era de noche y se dirigía a visitar a su amigo, un famoso cantante de flamenco. Llevaba varios años con mi abuela y estaban a punto de casarse. Mi abuela estaba embarazada y, en aquellos tiempos, cuando eso ocurría, uno tenía que casarse. Volviendo a lo que quería contar, mi abuelo caminaba por la Plaza Chica en una fría noche de invierno. Tenía que atravesar una calle conocida como "La calle del burro", un lugar frecuentado por mujeres de vida alegre, es decir, prostitutas, como todavía dice mi madre. Mientras pasaba por allí, vio a una joven, más o menos de su misma edad, sosteniendo a un bebé y llorando desconsoladamente. Ella llevaba puesto solo un camisón de franela y, con el intenso frío, mi abuelo no pudo simplemente seguir adelante sin hacer nada. Así que decidió preguntarle qué pa
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El Rey del Equilibrio: Una Parábola del Amor y el Odio

El Rey del Equilibrio: Una Parábola del Amor y el Odio Es la guerra ancestral entre dos reinos rivales.  Elena, Reina del reino del Amor, y Marcus, Rey del reino del Odio, crecieron escuchando historias del conflicto entre sus pueblos, y ambos han internalizado esos resentimientos.  Cuando Elena y Marcus se encuentran por primera vez en un encuentro diplomático tenso, donde buscan la paz para sus respectivos reinos, el desprecio y la animosidad entre ellos son palpables. Sin embargo, a medida que pasan más tiempo juntos, comienzan a descubrir que detrás de las máscaras de odio que han usado toda su vida, hay una conexión más profunda. Ambos son necesarios para su supervivencia. El amor no se entiende si no está el odio en la ecuación. A pesar de sus diferencias y del legado de odio entre sus reinos, Elena y Marcus se sienten irresistiblemente atraídos el uno al otro. Su relación es tumultuosa y llena de conflictos internos mientras luchan contra sus sentimientos.  A medida que la guerr

La hora final

Era la quinta vez que miraba el reloj en menos de media hora, el día se me hacía interminable. Mi labor consistía en supervisar las respuestas de la inteligencia artificial en El Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial.   Debíamos llegar a Marte, pero tras numerosas pruebas, aún no teníamos claro cómo enviar a personas y hacerlas resistir años sin retorno, viviendo en un entorno del que apenas conocíamos su calidad de vida. Estábamos trabajando en enviar inteligencia artificial al espacio, una opción más segura que enviar seres humanos, aunque más compleja y costosa. Nos esforzábamos en enseñarles a comunicarse para que, una vez allí, nos enviaran la información necesaria. Incluso le había dado un nombre a nuestra inteligencia artificial, Lily pasaba mas tiempo con ella que con mi propia pareja. Se acercaba la hora de marcharme, y sabía lo que ocurriría.  Esta vez debía ser honesta con él. Ya no soportaba tener que mantenerlo, no solo eso, sino que sentía que actuaba c

Weltfull y el árbol de la eterna juventud

 Weltfull     Y el árbol de la eterna juventud  En el maravilloso y sereno pueblo de Weltfull, donde cada copo de nieve resplandecía con destellos mágicos, se ocultaba un misterioso secreto: el "Árbol de la Eterna Juventud". Este árbol ancestral, escondido en el corazón de un extenso bosque, tenía el poder de conceder un único deseo a aquel valiente que estuviera dispuesto a hacer un sacrificio significativo en la mágica Nochebuena. Jeremy, un joven lleno de sueños, había escuchado leyendas sobre el Árbol de la Eterna Juventud desde su infancia. Este año, decidido a desentrañar sus misterios, se aventuró en la fría noche de Navidad. Mientras se adentraba en el bosque nevado, una luz titilante entre las ramas le indicó la presencia del legendario árbol. Desafiando los vientos invernales y al miedo de encontrarse algún animal hambriento en la noche, Jeremy llegó al corazón del bosque en el momento exacto de la medianoche. Ante el majestuoso árbol, descubrió la verdad detrás de

Luces en Belén

Luces de Belén Las luces en Belén  La silenciosa noche de Belén se ve interrumpida por el bullicio de la posada, donde se ha dado la bienvenida a un nuevo ser.                     A la mañana siguiente no se hablaba de otra cosa que no fuera del nacimiento de ese niño.                                                              Mientras las lavanderas trabajan incansablemente junto al río, surge de entre las sombras un soldado misterioso llamado Jack. Ataviado con ropas y artilugios que despiertan la curiosidad, las valientes lavanderas, superando el miedo inicial, deciden acercarse. Él está asustado y no entiende que hace allí en medio de todo ese alboroto.  Están todos sobresaltados ya que no solo ha nacido el que se supone que es el mesías si no que viene desde el cielo otro ser de luz. Todos tienen miedo de él no solo por cómo va vestido si no por el artilugio mágico que lleva con el. El les dice que se llama Jack que no viene hacer la guerra que viene a proteger la paz. Pero na

The Red Bitch

  The Red Bitch   —¡Evelyn!—gritaba una voz femenina a la vez que escuchaba risitas—,¡Evelyn despierta!. Me desperté sin saber muy bien donde estaba, balbuceé algo que hizo que las risitas se convirtieran en carcajadas.  —¡Basta ya!—gritó mi profesora de literatura—, ¡ve al baño y lávate la cara!— me decía mientras intentaba levantarme del pupitre agarrándome del brazo. Sentí la mejilla mojada, vi que había baba en mi pupitre «Estaba echando una buena siesta por lo que veo» Pensé. Iba a trompicones a la puerta sin saber muy bien donde estaba, que estaba haciendo y donde iba.  Salí al pasillo y estaba todo en un silencio sepulcral. Aún estaba adormilada. —¿Evelyn que haces aquí? — me preguntó el conserje Michael. —¡Dios que susto! — le contesté mientras tenía el corazón que me iba a salir —,voy al baño. —Está bien, pero no te quedes por ahí haciendo la remolona. —Ok. Al llegar al baño me recordaba a los de un hospital, blanco, oliendo a desinfectante como si hubieran hecho

Veinticuatro siete 24/7

Veinticuatro siete 24/7   Salí corriendo de casa, otro día más llegaba tarde para recoger a los niños, no me daba la vida, le faltaban horas a mi reloj. Primero recogía a mi peque Mateo de diecinueve meses y después los pequeños monstruos que tenía por hijas, las gemelas Carla y Marta de tres años, Jimena de seis y Barbara de ocho. No me había dado cuenta con las prisas pero llevaba mal colocado el vestido y por detrás se había quedado subido, con lo que estaba enseñando todo mi culo blanducho y blancucho, «Cuando se lo cuente a las niñas tendré conversación para todo el camino y que estén entretenidas» Pensé. Le di las gracias a una mamá que estaba esperando a que sacaran a su peque también de la guarde que me aviso y pude evitar el bochorno. Mateo su saludo fue vomitarme el yogur que le acababan de dar. Mi día parecía que mejoraba por momentos. Intenté esquivar el saludo de Mateo pero acabó cayendo algo en mi vestido. Intenté con las prisas quitar lo que pude, olía a rayos.  Iba corr